lunes, 16 de junio de 2008

Ni dietas ni fármacos: la solución está en el tejido muscular

EFE - domingo, 15 de junio, 14.06

Madrid, 15 jun (EFE).- Una nueva corriente de investigación sobre la epidemia de obesidad y sobrepeso que se cierne sobre la sociedad del siglo XXI apunta a que la raíz del problema está en la disminución de la masa muscular, ya que si este tejido estuviera sano metabolizaría el 80 por ciento de las grasas y de los azúcares.
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Así lo ratifican cerca de 20.000 estudios científicos desarrollados en los últimos cuatro años, que testifican que la sarcopenia -reducción y pérdida de funcionalidad del tejido muscular- es la raíz del incremento en un 300 por ciento del número de obesos en los últimos quince años y de las graves patologías asociadas a esta enfermedad.

Esta nueva tendencia sostiene que la pérdida de masa muscular perjudica la plasticidad metabólica, aumenta la resistencia a la insulina, conlleva la pérdida mineralósea, daña el sistema cardiocirculatorio y aumenta la masa grasa.

El fisiólogo de ejercicio Steven Blair, del Instituto Cooper para Investigación Aeróbica en Dalas, siguió a 25.389 hombres durante veinte años y encontró que los gordos que realizaban ejercicio enfermaban y morían menos que los flacos que no hacen ejercicio.

El profesor Carlos Saavedra, máster en Ciencias de la Actividad Física de la Universidad Laval de Canadá, ha alertado de que no es suficiente la dieta ni el ejercicio físico aeróbico, como defienden las corrientes tradicionales, sino desarrollar la masa muscular.

En declaraciones a Efe ha apostado por el ejercicio con "sobrecarga", que no se limita al levantamiento de pesas sino a trabajar con el propio peso del cuerpo, y por todas aquellas actividades que permitan desarrollar y revitalizar el tejido muscular, al constatarse que actúa como un gran órgano endocrino.

"El tejido muscular es lo que se está enfermando en la sociedad actual y esto genera el resto de las dolencias", ha argüido.

Saavedra, que asesora a diversas instituciones de América y Europa sobre actividad física con fines de salud, ha argumentado que si los músculos no están desarrollados -lo que no significa hipertrofiados- se producirá un fenómeno de "insulino-resistencia" que es la génesis de los riesgos cardiovasculares y metabólicos.

A su juicio, cuando llega el ataque cardíaco por una acumulación de grasas es porque durante varios años el músculo no estuvo suficientemente sano como para consumirla y porque se provocó una disfunción en un organelo llamado mitocondria.

Tras aclarar que las personas con sobrepeso no pueden realizar una actividad física fuerte, ha propuesto que se entrene a los sujetos sentados e incluso acostados, trabajando por grupos musculares. De este modo hacen trabajo muscular intenso sin estrés cardiovascular.

Ha matizado que no vale con correr o pasear como aconsejan los médicos y ha ironizado con que "sacar a pasear el perro hace bien, pero al perro", al abogar por un trabajo "mucho más intenso".

El experto ha explicado que cuando haces ejercicio la densidad mitocondrial aumenta y hasta durante el reposo consume más grasa, lo que ha demostrado que el ejercicio físico con sobrecarga es "mucho más eficaz" que los fármacos y la dieta.

De hecho, ha esgrimido que los escandinavos tienen "poblaciones gordas completamente sanas" porque su tejido muscular es de calidad y la grasa no se instala en los órganos ni en las arterias sino en el tejido subcutáneo.

El ser humano se desarrolló durante millones de años "comiendo cuando encontraba alimentos pero, para encontrar, se tuvo que mover siempre", y es que "la genética está hecha para el movimiento".

En cuanto a la obsesiva preocupación por la estética, ha advertido de que la personas "no van a mejorar su forma física ni el buen tipo les va a durar" mientras no eliminen los riesgos, que no desaparecen adelgazando, sino mejorando la musculatura.

Saavedra cree que hay pruebas científicas "sobradas" sobre la verdad de sus teorías pero achaca al desconocimiento y a intereses económicos el hecho de que no se busquen soluciones verdaderas.

"Si el educador físico no aprende de salud y el médico no aprende de actividad física nunca habrá la derivación adecuada del paciente hacia el fármaco más efectivo: el ejercicio", ha sentenciado.

En cuanto a los nutricionistas, ha abundado en que las numerosas dietas "no han tenido ningún impacto en el cuadro epidemiológico actual" y ha culpado a la industria farmacéutica de no indagar porque la obesidad es para ella "un gran estímulo" al poder así acumular más de tres enfermedades simultáneamente en un mismo sujeto, fruto del síndrome metabólico.

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